Descubra la guía esencial sobre las flores, incluido el néctar, el polen, el propóleo y el agua. Aprenda todo sobre las abejas y su papel crucial en la polinización.
¿Qué recolectan las abejas de las flores?
Néctar
Cuando visitan las flores, recolectan principalmente néctar, un líquido dulce y rico en energía producido por las flores. El néctar les sirve como principal fuente de carbohidratos y les proporciona el combustible que necesitan para sus actividades diarias. Las abejas tienen una notable capacidad de detección a través del sentido del olfato y del gusto. Usan su larga probóscide, como una pajita, para aspirar el néctar de las nectarinas de la flor u otras estructuras especializadas.
El néctar no sólo es una fuente de energía sino que también juega un papel crucial en el proceso. A medida que las abejas se alimentan de néctar, sin darse cuenta acumulan polen en sus cuerpos. Luego, este polen se transfiere de una flor a otra, lo que ayuda a la fertilización de las plantas. De esta manera, las abejas sirven como importantes polinizadores, contribuyendo a la reproducción y diversidad de las plantas con flores.
Polen
Además del néctar, las abejas también recolectan polen de las flores. El polen es el componente reproductivo masculino de las flores y contiene el material genético de la planta. Las abejas lo recolectan cepillándolo sobre cerdas especializadas ubicadas en sus cuerpos, como las piernas o el abdomen. A medida que se mueven de flor en flor, algunos de los granos de quedan atrapados en estas cerdas, lo que permite abejas para transportarlas a otras flores para .
El polen sirve como fuente esencial de proteínas para las abejas. Lo utilizan para alimentar a sus larvas y sustentar a las abejas adultas dentro de la colonia. Las abejas han evolucionado adaptaciones específicas para transportar polen de manera eficiente. Por ejemplo, tienen estructuras especializadas en sus patas llamadas cestas de polen o corbículas, donde almacenan y transportan el polen de regreso a su colmena.
Propolis
Otra sustancia que las abejas recolectan de las flores es el propóleo. El propóleo, también conocido como pegamento de abeja, es un material resinoso que las abejas obtienen de las yemas y la corteza de los árboles. Las abejas mezclan esta resina con cera, saliva y otras secreciones para crear propóleo. Lo utilizan para sellar grietas y huecos en su colmena, reforzando su estructura y protegiéndola de intrusos y patógenos.
El propóleo tiene propiedades antimicrobianas y actúa como desinfectante natural en la colmena. Las abejas lo utilizan para recubrir las superficies interiores, creando un ambiente limpio y estéril para la colonia. Además, el propóleo ayuda a mantener la regulación de la temperatura de la colmena rellenando pequeños huecos que podrían provocar corrientes de aire.
Agua
Si bien el néctar, el polen y el propóleo son las principales sustancias que las abejas recolectan de las flores, también requieren. El agua juega un papel vital en varios aspectos de la vida de una abeja. Las abejas usan agua para diluir la miel y alimentar con ella a sus larvas. También lo usan para enfriar la colmena durante el clima cálido, abanicando sus alas y creando circulación de aire.
La recolección de agua la realizan las abejas obreras, que se aventuran fuera de la colmena en busca de fuentes de agua. Recogen gotas de agua de diversas fuentes naturales, como estanques, ríos e incluso rocío de las hojas. Las abejas llevan el agua de regreso a la colmena en su buche, un estómago de miel especializado, y la regurgitan para que la usen las otras abejas.
En conclusión, las abejas recolectan una variedad de sustancias de las flores, cada una de las cuales cumple un propósito específico dentro de la colmena. El néctar proporciona energía a las abejas y actúa como recompensa por los servicios que prestan. El polen sirve como fuente de proteínas para la colonia y ayuda en la reproducción de las plantas con flores. El propóleo ayuda en el mantenimiento de la colmena y proporciona propiedades antimicrobianas. Finalmente, el agua es esencial para varios aspectos de la vida de las abejas, incluida la hidratación y la regulación de la temperatura. La colección de estas sustancias muestra la intrincada relación entre las abejas y las flores, destacando los beneficios mutuos que se brindan entre sí.